A cargo del Prof. Walter Salin

W. A partir de 1992 se te aparece la Virgen María bajo la advocación de Virgen de la Eucaristía, un acontecimiento singular y profético a la luz de los tiempos que estamos viviendo. ¿Qué puedes testificar en relación a esto?

D. Sí, me gustaría responder sintéticamente, aunque pienso que no voy a ser capaz. En efecto, cuando el Señor envía a la Virgen para traernos un Mensaje y hablarnos con Su Corazón maternal, es para revelarnos una evidencia. En los siglos pasados toda intervención de la Madre de Dios ha tenido lugar en función de problemáticas temporales que, convergiendo en las espirituales, constituían un unicum respecto al proyecto Divino. Está claro que el Señor envía a la Corredentora que, con este glorioso título, nos dona una clave de lectura precisa: “Yo soy la Virgen de la Eucaristía”; Virgen porque es la Madre de todas las consagraciones y de la Eucaristía en virtud del hecho de que la realización del plan salvífico confluye en esta realidad, seguramente dogmática, y que nosotros, por la fe, aceptamos. Es en virtud de la adoración que el pueblo ofrece al Santísimo Sacramento, que todos seremos pesados sobre la balanza del Eterno Padre. Aparece evidente entonces, cómo la Virgen Madre, habiendo llevado este Santísimo Pan dentro de su seno ya antes de que fuera transustanciado, celebraba este Dios vivo y verdadero y es obvio que viene a nosotros para decirnos: “Queridos hijos, si os sentís perdidos, es porque os habéis alejado de vuestra Fuente”. Hasta que no volvamos a Cristo, hasta que no nos arrodillemos reconociéndole como nuestro Señor operante en las familias, en las realidades temporales (donde verdaderamente cuida de nosotros si nos confiamos a Él con amor), no encontraremos ni paz ni salud. Esta pérdida progresiva de la fe producirá en el pueblo un desbarajuste increíble. Dios ha soñado sobre nosotros queriendo que fuéramos a Él: “Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados”. ¿Y dónde podemos ir a buscar nuestra realización si no en Cristo mismo? ¿Quién nos puede dar las respuestas? Haberdestronado al Amor Eucarístico de su trono, haberle expulsado, haberle puesto a un lado ha equivalido a echarle fuera de nuestra vida, como si fuera una ecuación matemática, con consecuencias inimaginables y que están a la vista. Sin Jesús Eucaristía nuestra fe se vuelve pobre y ya no tenemos la fuerza de produje belleza, riqueza, santidad. Esto vale también dentro de la Iglesia y de las vocaciones, dentro de todo género carismático, jerárquico, profético, por doquier, en todas las cosas. Haber echado a Jesús de nuestras realidades terrenas es como decir: “Tú estás sentado en los Cielos y nosotros quedamos al otro lado porque somos nosotros los que llevamos nuestra vida” y ¡esto no puede ser que una tontería! Nosotros encontramos nuestra plena realización si nos comportamos según la Voluntad de dios, pero en el momento en que afirmamos una individualidad que excluye Sus proyectos, he aquí que ¡hasta las “piedras miliares” se caen, hasta el Santuario se derrumba, todo se derrumba! Se derrumba incluso la civilización que hemos producido, pobre de esencia de humanidad, donde ya no hay ni dignidad, ni valores ni sentido de la Patria. Jesús Eucaristía nos vuelve a llevar a aquel soñar de Dios cuando miraba con Sus ojos humanos al Padre celestial, mientras vivía Su vida terrena. Por lo tanto, nosotros que caminamos sobre la tierra, no podemos hacer otra cosa que ser siervos de la Eucaristía, hijos de la Eucaristía, amigos de la Eucaristía. Sin Jesús Eucaristía somos como muchas moléculas enloquecidas en un fluido líquido que se va dispersar.

W. En 2022 se celebrarán los 30 años de la primera aparición de María, Virgen de la Eucaristía en Manduria. ¿Esta fecha tiene un sentido escatológico con respecto del futuro del mundo? Y en relación al escenario geo-político actual ¿qué es lo que la Virgen María te ha dado a entender?

D. Si en 2022 serán 30 años desde el comienzo de las primeras apariciones de María, yo no se cuánto esto jugará en el futuro, pero ciertamente la Virgen nos ha prometido un tiempo de paz restablecida. Obviamente, como ya ha pasado, alguien ha venido a verme y me ha preguntado: “¿Pero las cosas que la Señora ha dicho durante este largo tiempo las veremos realizadas?”. Y yo he contestado: “Ciertamente las veremos realizadas y las verán sobre todo nuestros hijos, que se encontrarán en un contexto histórico muy, muy particular”. Yo lo llamo “tiempo salvaje”, porque el hombre, al haber perdido el sentido de la vida espiritual y sobrenatural, habrá perdido también la fe, como está escrito: “No se encontrará ya fe sobre la tierra si no en pocos corazones”. Entonces las criaturas tendrán que enfrentarse los unos con los otros a todos los niveles y en esta situación se verificarán las palabras ya dichas por la Señora, y nosotros sabemos que ninguna cambio, ninguna revolución tiene lugar sino en el dolor, en la penitencia, en el sacrificio y en la sangre. Y si nos preparamos bien, podremos enfrentarnos dignamente a estas pruebas. Estas pruebas estarán, tendrán lugar a lo largo de nuestra vida. Ya he tenido la oportunidad de decir en el pasado que las anunciaremos (nosotros confidentes) a tiempo. Ciertamente de manera y sucesión diferentes, porque hay otros lugares que han tenido revelaciones y secretos. Esto no quiere decir que en Manduria sucederán las mismas cosas que podrán suceder en Medjugorie o en Garabandal, si no las globales. Habrá situaciones consiguientes diferentes, pero al final los acontecimientos servirán únicamente como gran preparación para que el mundo, encontrándose en una encrucijada, tome una decisión: o abrirse a Cristo o servir al Anticristo, siguiendo el Nuevo Orden Mundial, que quiere imponer determinadas reglas e ideologías desviantes. Por lo tanto está claro que 30 años son un tiempo importante, por lo que cada uno tendrá que escoger, amonestado sea por acontecimientos grandiosos sea por signos poco felices. Está escrito, pero lo estamos viendo, que “la tierra vendrá en auxilio de la Mujer que está en el desierto” (Ap 12, 1-16), por tanto deslizamientos de tierras, terremotos, situaciones terribles de los que seremos cada vez más testigos precisamente porque todo eso nos hablará de Dios. La tierra nos hablará de Dios. Nos hablará seguramente de Dios el deshielo de los glaciares, el eje terrestre que ha tenido un desplazamiento importante, los nuevos fenómenos volcánicos, las áreas terrestres que emergerán y otras que serán sumergidas; nos hablará de Dios todo lo que ha sido consecuencia de la humana bestialidad hasta la explotación total de los territorios con la muerte de tantas criaturas; nos hablará de Dios la crisis, porque volveremos de nuevo al carbón, al haber agotado todo el petróleo. Entonces veremos cosas terribles y estremecedoras porque, cuando habrá conflictos entre los estados, tendrán lugar nuevas catástrofes nucleares. No penséis que estarán lejos: Praga, Praga, Praga será una nueva Chernobyl.

También los fenómenos de variaciones termométricas nos muestran ys el sufrimiento de nuestra madre tierra, que no hay que separar nunca del lenguaje espiritual, porque si no seríamos unos idólatras, porque pensar en la tierra como si tuviera un espíritu propio nos llevaría a un ecologismo estéril e idolátrico. Ni siquiera San Francisco predicó esto. Hace falta mirar al sufrimiento de la naturaleza, porque la explotamos, determinando la subversión de su equilibrio normal, del que ella tiene necesidad para sobrevivir y para darnos aquello de lo que tenemos necesidad. Por lo tanto, todo lo malo que nosotros hacemos a la tierra inevitablemente repercutirá en contra de nosotros, como por ejemplo el aumento de tamaño de los océanos debido al deshielo de los glaciares, etc., etc, y todo eso no sólo por un factor climático, sino también a causa de la explotación exagerada de los materiales con la consiguiente contaminación atmosférica (véase agujero del ozono), ha hecho que todo lo que tenía que estar a nuestra disposición por 2, 3, 4, 5 siglos ha sido prácticamente absorbido, por eso volveremos hacia atrás y entraremos en conflicto entre nosotros y por lo tanto entre Estados. También Américo entrará en guerra, sin embargo será obligada a abandonar el conflicto a causa de una serie de catástrofes naturales. En particular, se tratará de violentos huracanes de alcance nunca visto antes, que afectará sus territorios. Estos acontecimientos obligarán a los militares estadounidenses a volver para socorrer a sus propias poblaciones extenuadas. Quisiera añadir que el hombre será cada vez más egoísta, habiendo negado a Dios la prerrogativa de darnos el consejo y la supremacía de la Divina Iluminación. Por haber olvidado Su señoría y profanado Su Santuario, nos encontraremos haciendo consideraciones sobre las cenizas de lo que realmente seremos capaces de hacer, confundidos por potencias nefastas en la mente y en el corazón.

W. Todavía una pregunta muy importante: ¿cómo se coloca la Iglesia en estos tiempos ricos de problemáticas y de contradicciones? ¿Podrías también trazarnos una frontera temporal para ayudarnos a conectar guerra mundial, derrumbamiento económico, crisis, epidemias, revueltas internas, avisos y secretos?

D. Preguntas muchas cosas… en cualquier caso lo que se puede siempre decir en referencia a los mensajes que la Virgen nos ha dado, es el hecho de que la guerra mundial está verdaderamente a las puertas. Sin embargo, antes de que se desencadene, habrá señales, es decir, unas campanitas de alarma que harán que los que estén despiertos como las vírgenes sabias, sean avisados y puedan entender. Ante todo la guerra en Oriente Medio, la que todavía no se ha desencadenado pero que está parada, parada allí al borde. Hablo de una guerra precisamente entre Irán, Turquía y Grecia, hasta llegar a las puertas de Jerusalén. Esta guerra vendrá muy pronto y empezará después de la muerte de un tercer generalísimo, una persona de alto grado en la orden militar, la decidirán alrededor o más allá de los Balcanes. Después llegarán los rusos, que se enfrentarán con una gran fuerza incluida la americana. Con el tiempo Rusia invadirá Europa, la cual, cuando verá que los rusos han llegado a los territorios orientales (ya están listos con submarinos y otros) en particular Alemania y Francia, pensarán que, si han llegado los rusos, también ellos pueden llegar allí. Por lo tanto, según estrategias políticas ciertamente no inteligentes, pensarán poder hacer negocios también ellos y allí se realizará una especie de conflicto en el conflicto que preparará el enfrentamiento grande. Entonces el primer indicio será él del Oriente Medio en el estrecho cerca de Turquía, entre Irán etc. etc.

En cuanto a las preguntas relativas a revoluciones y crisis económicas, ya en octubre y durante el invierno preveo que habrá una profunda crisis de tipo financiero: muchos perderán el trabajo y habrá un empobrecimiento, con epidemias no sólo por coronavirus (que mientras tanto estará mutando) sino también de otro género y que aumentarán. Por consiguiente, habrá quien huirá para comprar las vacunas (que quizás no servirán) y quien tendrá miedo de enfrentarse con la realidad, porque nacerán nuevas contiendas acerca de las nuevas formas virales y todo esto hará que los hombres se empobrezcan cada vez más. También habrá una crisis social en Francia, Alemania e Inglaterra. Francia la primera precederá Italia y cuándo empezará en Italia quizás hayan pasado ya 2 o 3 años con respecto a Alemania e Inglaterra (no puedo ser más detallada). En Italia habrá una revuelta como dijo la Virgen: “una gran y triste revuelta”, y es en el corazón de ésta que nosotros veremos absurdeces, seremos nuevamente conquistados y dominados por los comunistas. Indudablemente estarán en el poder comunistas chinos y también se asomará un cierto tipo de comunismo bolchevique, sin embargo está por comprender cómo las dos fuerzas se estructurarán en al mundo político-social. Después de eso tendrá lugar la avanzada musulmana, una horda que vendrá del sur, pero también a través de tantas células ya presentes en el territorio del sur, y hablo de Nápoles, de Roma, hablo de Apulia (sede de colaboracionistas terroristas), en particular la tierra donde la Virgen nos ha frecuentemente llamado, porque ese “fuego en el Mediterráneo” ciertamente no se enciendo solo. Tenemos que saber que células escondidas (a veces aliados con la mafia del tráfico de armas y droga) operan en el sur de Italia preparadas a explotar y a unirse al que se está preparando como un fuerte arquero, como un ejército aparejado para la batalla contra nosotros y es en ese momento que veremos el asesinato de muchísimos sacerdotes, incluido también el Papa, desgraciadamente. En Italia esta revuelta durará menos de un año, sin embargo seremos apretados entre las tiranías comunistas y musulmanas por un tiempo de 3, 4 o 5 años pesados, pesadísimos. Está claro que uno se imagina una situación como la del pasado, pero en realidad llegarán con corbata, con nuevos estilos y neologismos bastante modernos y por tanto al principio se ganarán el consenso de las personas. En esta coyuntura se preparará esta gran guerra, de la que entonces estamos a la víspera y sólo tenemos quecreer fuertemente en lo que el corazón Inmaculado de María ha prometido desde Fátima hasta Manduria. Si en Fátima apuntaba a la conversión de Rusia, dijo luego: “Yo en Manduria apunto a la conversión de China”. Se trata de mensajes estratégicos por medio de Apariciones poco comprendidas en su integridad e importancia. Ciertamente Fátima fue reconocida por la Iglesia, mientras que Manduria ha sido descrita incluso como antesala de una hipotética y fantasiosa obra del mal. La epifanía mariana no sólo no ha sido comprendida sino cobardemente combatida con mil artimañas (por cierto nunca exitosas) y en un cierto sentido inscrita en el así llamado orden de las apariciones no sólo no reconocidas, sino falsas o hasta demoníacas. ¡Es un gran dolor! ¡Todos han perdido! Esto constituye un gran problema para la Iglesia, porque cuando una cierta jerarquía se opone fuertemente y no estudia los hechos, los beneficios, las gracias, las conversiones y todos los escritos que por largo tiempo han sido donados y documentados mediante el servicio del carisma profético, se verifica un grave daño. Obviamente a lo largo de dos o tres décadas estas cosas se comprenden mejor. Nosotros en Manduria estamos llegando a los 30 años desde el comienzo de la Aparición, después de lo cual lo que ha sido escrito y dicho por la Señora del Cielo se verificará, pero no sólo, la Virgen ha explicado perfectamente que las fechas de Su Aparición coincidirán necesariamente con fechas exactas importantes a causa de acontecimientos dolorosos, sin excluir las del 25 de marzo, del 12 de diciembre y del 23 (día de la Aparición). El 25 de marzo de cada año tiene lugar la recepción de mensajes proféticos, mientras que el 12 de diciembre (día de mi cumpleaños) acojo la revelación de secretos o de mensajes muy importantes que se refieren a la situación sea de la Iglesia sea del Estado. La Virgen en Manduria sigue hablando sea de la nación Italia, de su conciencia, de su misión, de la promulgación de todas aquellas leyes que la conducirán, de manera inexorablemente dolorosa, hacia su derrota. ¡Pero ella la salvará! ¡La visita de María es una llamada, un llamamiento de Dios! A la luz de los hechos de hoy y de la dureza de nuestros corazones, es inútil decir que esto coincidirá con una pobreza muy, muy sentida por el pueblo italiano en particular, no habrá mucho “pan” y no cosecharemos ya todo lo que hasta hoy ha sido producido en la tierra del vino, del aceite y de la miel. Entonces debemos considerar que nuestra Italia, siendo el jardín del mundo, no producirá ya aquellos frutos que hasta hoy hemos recogido. Habrá fuertes inundaciones después del estallido de esta guerra en Oriente Medio y por algún tiempo nos parecerá una cosa lejana porque nosotros europeos estamos un poco, como decir, a mirar por la ventana. De repente vendrán aguas en gran cantidad que producirán derrumbes de territorios, en el corazón de las calles se abrirán agujeros tan anchos que harán derrumbarse partes de pueblos y ciudades. En aquel momento empezará la realidad anunciada por el Rey que esperamos y que tiene que venir, el Rey que Jesús y la Virgen han preparado desde hace tanto tiempo. Se tratará de una persona joven que llevará los signos inconfundibles como Santa Juana de Arco ya los ha bien descrito en Manduria a lo largo de los años, signos visibles sobre el cuerpo, que quizás han sido revelados a algunas almas bellas del pasado. Pero el Señor Jesús ha señalado que a través de la mística moderna será posible hoy en día hacer estos aspectos más claros, más comprensibles. En Manduria Santa Juana habla de muchas cosas. Entonces este Rey que tiene que venir será un consagrado ligado también a la Virgen de la Eucaristía y en esos días la Eucaristía volverá a tomar Su dimensión después de haber sido completamente denigrada, humillada, totalmente negada hasta el punto de ser incluso quitada del corazón de las iglesias. El Santísimo Sacramenta pagará un alto precio en el sentido  de que será “depuesto” por un tiempo. Eso también por una sucesión de situaciones, tensiones sociales, virales y catastróficas y por las decisiones de aquellos que no ponen la fe en el primer lugar. Llega el tiempo en que aparecerán personas especiales que Dios ha elegido enriqueciéndolas de muchos dones, después veremos hasta nuevas monarquías pero no como aquellas de antes. Desde hace años yo también ofrezco, desde mi pequeñez, mis sufrimientos por estas criaturas dotadas de virtudes especiales. Poco a poco las monarquías aparecerán en Alemania, en Austria, en Hungría, etc. Volverán en forma renovada y serán como un brazo derecho para la Iglesia. S. Juana de Arco dice que en aquellos días la basílica de Orleans, un poco como el santuario de los mártires de Otranto, de noche se iluminará y se oirá cantar. Entonces el sur de Italia latirá con el corazón de Francia: serán dos naciones unidas y la Doncella es su embajadora. En referencia a todo esto podremos decir mucho también sobre la tercera guerra, sobre cómo y cuándo acontecerá, pero creo que por ahora será suficiente dar un paso a la vez, superando la tentación de lo desconocido sin caer en el catastrofismo. ¿Ahora entendéis la importancia de la unción con el Óleo bendecido, de la consagración a través de la devoción a las lágrimas de la Virgen? El Óleo bendecido, en efecto, nos ayudará y nos confortará en los momentos de especiales tribulaciones. ¡Ahora estamos sólo en la purificación? Cuando tendrá lugar el Aviso en sus tres fases, no tendremos la posibilidad de ser sólo iluminados en las conciencias sino que tendremos que considerar tantos aspectos ligados a ello, tendremos que enfrentarnos con semanas enteras para la subsistencia y la salud. Sin embargo, si no hubiera visto el castigo, no os diría que será una prueba dura. Espero que para algunos no se convierta en motivo de sugestión tal que le lleve a acumular alimentos “x”. Tenemos que considerar que en aquellos días tendremos que rezar y ayunar pero no tendrán que faltar en nuestras casas velas y alimentos sencillos para consumir, porque obviamente también con los Acontecimientos en fase uno, dos y tres, algunas cosas fuera de la atmósfera producirán un aire pesado, como cuando se liberan unos gases y nosotros estamos obligados a ponernos una mascarilla para respirar, así en aquellos días no tendremos la posibilidad de salir para las compras de alimentos acostumbradas. Esto será importante pero sin irnos a los extremos, porque no nos encontramos en aquellos días de oscuridad que vendrán durante la segunda mitad de la guerra mundial, en invierno -sabemos que será en enero-, mientras que las fases del Aviso empezarán en marzo. Las fechas están, pero yo no las puedo revelar todavía, y eso porque no sirve crear sensacionalismo, mientras en cambio tenemos que estar preparados. Este Óleo bendecido que la Virgen nos envía, es una preparación de conocimiento de los tiempos. Pero en previsión de aquellos momentos tenemos que entrenarnos aceptando enfermedades y situaciones diarias viviendo una verdadera consagración con una percepción fuerte de lo Sagrado, porque Jesús se queda entre nosotros todo el día y no sólo parte de él. Repitamos con frecuencia: “Hora tras hora, Jesús, tú estás conmigo, Tú me das la fuerza, Tú vives en mí. Jesús, Tú me curas, me liberas, me perdonas”. Este sentido de Consagración pedido en Fátima nosotros lo obtenemos en Manduria a través de la unción con el Óleo bendecido: no convertimos así en gladiadores de María, los que rezan, esperan e interceptan  también estas profecías, las realizan ipso facto ahora en la realidad cotidiana y así crecer como hombres, mujeres y niños fuertes, apasionados por la vida, que no tiran por la ventana lo que no gusta, sino que de estas cosas no buenas aprecian la prueba evidente superándola. Esto es ser Testigos de María y en este sentido anunciamos el Triunfo de la Virgen, que tendrá lugar antes de la guerra mundial. Providencialmente la Señora nos dice que el último dogma será proclamado de todas formas, será el último. Cuando Laurentin vino aquí, hablamos largo y tendido y él decía “es una cosa que ahora no se puede hacer”, pero la Virgen lo ha pedido y entonces ahora es el tiempo de la promulgación de María Corredentora, Abogada y Mediadora. Lo dijo las primeras veces en 1992, cuando Ella vino a Manduria, precisamente en los primeros meses declaró: “Yo soy la Abogada de Dios” y luego “la Mediadora de Gracia entre vosotros y Mi Hijo”. Entonces todavía antes de definirse Virgen de la Eucaristía, Manantial de Óleo Santo de la Perenne Unción y Madre del Olivo bendecido, es decir la Madre del Hijo de Dios a través de cuyas ramas el germen de Jesé de la familia de David , toda la familia humana, se injerta “nuevamente” con la vuelta gloriosa de Cristo,en el pacto definitivo de reconciliación con Dios. He aquí la naturaleza de aquel nombre “Olivo Bendecido”, mientras María es la Oliva Speciosa, es decir de Ella nace siempre, a través de la savia de Cristo, nueva heredad, nueva vida, nueva cristiandad, un nuevo futuro. Es Ella la Estrella de siempre, la Escala de Jacob, la Mística Rosa que anuncia el Paraíso sobre la tierra, la Jerusalén liberada que lamentablemente sabemos que no será así, porque Jerusalén recibirá golpes y no poco amargos. Dicho esto, podremos hablar y bajar específicamente dentro de muchas profecías de Manduria, pero quisiera pararme aquí para decirle a aquellos que han escuchado, que no se angustien, porque nada con la Virgen es tristeza. Con Ella se revela un proyecto todavía inacabado, al contrario, encontramos nueva energía, una nueva vitalidad y, por qué no, todas aquellas frustraciones, esos pensamientos nuestros, esas misiones nuestras todavía sin realizar, al trabajar para el Triunfo del Corazón Inmaculado de María pueden ahora encontrar realización plena. Entonces no sólo rezar en casa, ofrecer nuestros sufrimientos, sino divulgar y fecundar los Mensajes de la Virgen, sobre todo los auténticos, los verdaderos, porque una de las llagas de nuestros días será también la falsa profecía, “por no haber acogido los verdaderos Mensajes”, dice Jesús, “permitiré que el diablo se burle de los hombres para que sea todavía más difícil encontrar la sabiduría que han rechazado”. Leemos en la Sagrada Escritura que el Señor “cerró el corazón al Faraón”. ¡Esperemos que eso no suceda! Los Faraones de este tiempo, aquellos que quieren obstruirnos el camino, tiene que saber que tiene delante un pueblo, aunque sea un pequeño resto, alineado con María, el más grande General, nuestra Gran Luchadora. Por lo tanto, con todos aquellos que son marianos y siguen este camino cristiano, más allá del ser católicos, todos juntos debemos proclamar una vez más que esta escala de Jacob está abierta más que nunca en subida y en bajada: como por Ella ha venido Jesús, así por Ella volverá, porque Jesús está por volver. En previsión de esto habrá signos (que dará el Cielo) eucarísticos, marianos, solares y también físicos, porque habrá muchísimas curaciones, como también, desgraciadamente, muchas muertes. Avancemos con la confianza de los hijos de Dios preparados a obrar con la devoción a las Lágrimas de la Virgen contra toda dictadura que nos impondrán, incluso la del coronavirus, porque no ha sido dada por casualidad. ¡Sólo Jesús puede saber cuán grandes son las lágrimas de Su Madre! Indudablemente el Padre, cuando recibe la ofrenda de nuestros sufrimientos, los acoge, pero sólo a través de la potencia de las lágrimas de María, nosotros conseguimos conmover, penetrar más fácilmente en el Corazón del Rey, y el Padre abre todavía la puerta por los méritos de estas lágrimas que una vez más se vuelven lágrimas de salvación para nosotros.

W. Una última pregunta, Débora, antes de saludarnos, en relación a la dirección hacia la cual parece moverse la Iglesia católica bajo el pontificado de Papa Francisco y además ¿qué diferencias notas entre este pontificado y los dos anteriores en orden al enfoque pastoral y litúrgico y en cuanto a la moral sexual?

D. La Iglesia está pasando por un momento especialmente complejo y difícil en cierto sentido. Debemos ante todo recordar lo que la Virgen dijo acerca del pontificado de Juan Pablo II: él sería el Papa de la consagración. Su pontificado se caracterizó por una fuerte ayuda en beneficio de la clase obrera, pero no por eso debemos definir toda la obra y la doctrina de Juan Pablo II como comunista, al contrario, fue totalmente lo opuesto. Tampoco debemos olvidar que, cuando visitó, entre sus muchos viajes apostólicos, Argentina, se preocupó de llamar al orden al sacerdote que desde algunos años había decidido seguir la “Teología de la liberación”. Juan Pablo II ha estado siempre cerca del pueblo, de los pobres y de los enfermos y ha llevado sus propias opiniones dentro de la Iglesia. Sabemos también que toda la realidad relativa a la obra de los laicos se ha resentido mucho de su apostolado y por lo tanto él ha sido un Papa que, a su manera, ha sabido echar las redes para una nueva evangelización y una manera distinta de aplicación del Evangelio.

En cuanto a Benedicto XVI, definido por la Virgen el “Papa de la restauración”, sabemos que él siempre ha vigilado sobre la perfecta ejecución de la Doctrina, un Papa teólogo que ha reiterado por doquier las enormes diferencias existentes entre la Iglesia Católica y las otras religiones. Me refiero en particular a la religión judía y a la musulmana, argumentadas en el famoso discurso de Ratisbona a causa del cual el pontífice fue muy criticado. Lo que afirmó en aquella ocasión no excluía el hecho de que ellos fueran nuestros hermanos, pero tenía por objeto poner en evidencia cuanto las tres religiones sean en efecto separadas. En particular con los judíos compartimos la raíz, ya que nosotros venimos de esa llamada, de ese Pacto con el que Dios quiso sellar Su Alianza, pero no olvidemos que la Nueva y Eterna Alianza ha sido realizada por Dios en Jesucristo por medio de Su Sangre. Dicho esto, con aquello que rechazan a Cristo, como sucede para los musulmanes, que le consideran sólo un Profeta, está claro y evidente que no subsisten grandes visiones de comunión, si no la posibilidad de un diálogo que excluye sin embargo la integración real. Por eso el papa Benedicto ha querido subrayar que no todas las religiones tienen fundamento de verdad. Nosotros creemos en Jesucristo, creemos que Él es Vivo y Verdadero en medio de nosotros, que no es un Profeta sino el enviado del Padre, el Ungido por excelencia, por tanto quien profesa lo contrario obviamente no es cristiano. A aquellos además que creen y sostienen el sincretismo religioso, yo les quisiera recordar que todo su hablar y obrar en favor de una unidad forzada entre confesiones religiosas que presentan diferencias sustanciales en su interior no podrá que traer conflictos. Esto no quiere decir que no tenemos que esforzarnos por dialogar y buscar la paz, pero no podemos tampoco profesar que las distintas creencias haya que ponerlas a un mismo nivel.

En cuanto concierne al Papa Francisco, digamos que su doctrina despierta actualmente no pocas preocupaciones sea en sacerdotes que se preocupan por el respeto de la Tradición, sea en muchos laicos devotos y unidos al Santísimo Sacramento y a la piedad popular. Sabemos cuál es la dirección que Francisco está dando a la Iglesia, una Iglesia quizás un poco demasiado “liberal”, cuyo íncipit no parece radicado en los Sacramentos y en los Mandamientos. Todo esto despierta problemas y profundos puntos de pregunta sobre todo en campo doctrinal, de la moral sexual y conyugal. Últi8memnte, en efecto, todo este abrir demasiado los brazos, difundiendo una atípica tolerancia hacia la realidad homosexual, creo un cierto tipo de consternación que para muchos se traduce en verdadero escándalo. Hay que decir que es justo extender la mano a todos sin juzgar a nadie, porque sólo el Señor conoce el corazón de los hombres, sin embargo de ahí a querer casi santificar o, en un cierto sentido, celebrar la normalidad de esta diversidad, hay mucha diferencia.

También desde el punto de vista litúrgico sufrimos una evidente y creciente pérdida de la sacralidad, que produce efectos devastadoras sobre todo en almas arraigadas en la fuerte tradición cristiana católica. Hay que precisar que el respeto de la Tradición transmitida por los Apóstoles no tiene nada que ver con el así denominado tradicionalismo que, como todo término que termina en “ismo”, lleva siempre a una cierta irracionalidad y a confinar la religión dentro de los límites de un pensamiento único dictatorial. La sana Tradición es aquella aguja de la brújula que nos indica el sendero justo dentro del cual los Santos de todos los tiempos, los Padres y Doctores de la Iglesia han caminado dirigiendo la Iglesia según la Voluntad de Dios, a través de los siglos y entre miles de tempestades y problemáticas que han caracterizado las distintas fases. Quisiera reiterar que no debemos reprobar al Papa Francisco, porque estamos seguros de que al final el Señor nos hará entender lo que el Pontífice quiere decir. Y si no llegásemos a entenderlo, se por cierto que la Virgen no desea en absoluto que le juzguemos. El Señor hará que él se salve de todas formas aunque su pensamiento haya entrado un poco demasiado dentro de la Doctrina desestabilizando algunos de sus aspectos. Recordemos que hay que tener confianza en el Espíritu Santo, porque nadie puede burlarse de Él, y no tenemos que olvidar nunca que la historia está en manos de Nuestro Señor Jesucristo. Y si Él está permitiendo este momento de profunda crisis, debida también a aquellos que mueven guerra a la Iglesia desde su interior, es signo de que debemos apretarnos al Sagrado corazón de Jesús, porque Él seguramente, precisamente de estos conflictos hará nacer lo mejor en el futuro. Sabemos que la Virgen está a punto de triunfar con Su Corazón Inmaculado y nos mostrará la grandiosidad de la Iglesia, con todo lo que ha sido anunciado ya con anterioridad. Ahora quisiera saludaros y abrazaros uno por uno y agradeceros mucho las oraciones que dirigís a Dios por mí. ¡Ánimo, tendréis una gran fuerza, porque todo lo podemos ganar con María!

Amén. Aleluya.

*ENTREVISTA EXCEPCIONALMENTE PUBLICADA EN AGOSTO DE 2020

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