En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
1° DÍA: EN LA ORACIÓN, LA VIRGEN SANTA NOS DICE QUE…
“… Venid y acercaos a Mí, deteniéndoos en oración: con una oración hecha con el corazón; con una oración llena de fe; con una oración que no conoce término…” (23/06/98)
“… El medio para estar en comunión con Dios y dialogar con Él sigue siendo siempre la oración que os hace pequeños niños en escucha perenne…” (23.10.99)
Oh Virgen de la Eucaristía, enséñanos a rezar, abre nuestros corazones a la acción regeneradora del Espíritu Santo y acompáñanos a Jesús Eucarístico Amor no amado.Aumente nuestra fe en Él, el deseo de amarlo y servirlo, el apego a la oración y haga que podamos encarnar la Obra de Amor. Haznos dóciles y obedientes a tus enseñanzas para que nos convirtamos en el reflejo de tus ojos con los que miras al mundo entero. Amén
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 2: RECEMOS POR EL GRAN EJÉRCITO DE REPARACIÓN EUCARÍSTICA
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“¡Que la Eucaristía vuelva a ser adorada, amada, reparada!” (25.3.1999)
“Los corazones, las naciones esperan recibir el verdadero espíritu de Reparación que conduce inevitablemente a la adoración del Dios Vivo y operante en la Eucaristía…” (23.5.2001)
Dulce Corazón de María, Madre de Jesús y Madre nuestra, danos el Espíritu de adoración y reparación perfecta hacia tu Hijo Jesús. Muéstranos el mismo Espíritu que te ha hecho Madre del Verbo para que también nosotros como Tú, podamos ser madres, tabernáculos, templos vivos donde hacer nacer, descansar, adorar y llevar a Jesús a nuestros hermanos.
Hoy a través de Ti, Madre Santa, queremos visitar a Jesús y alcanzar todos los tabernáculos de la tierra donde Él es abandonado. Queremos postrarnos, con todo nuestro ser ante Su realeza, y ante un don tan grande e inmenso de Amor, queremos adorarlo y repararlo por todas las profanaciones, ultrajes e irreverencias sufridas. Queremos consolar Su amable Corazón y a través de Tu intercesión, mediante el título de Virgen de la Eucaristía, queremos ofrecerle nuestro corazón, nuestra voluntad, nuestro sí para la salvación de nuestras almas y de nuestros hermanos. Amén
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
3° DÍA: SOBRE LA CONSAGRACIÓN
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“Deseo la Consagración a Mi Corazón Inmaculado, fuente de Paz, Fuente de Òleo Santo… Grabas Mis palabras para siempre y las rezarás cada vez que te dirijas a Mí: Oh Inmaculado Corazón, Madre de mi Señor, Fuente del Óleo Santo de la Perenne Unción, a Ti yo pido como gran pecador: muestrame Tu Secreto y conságrame hoy a Ti…” (noche 30 de abril-1 de mayo de 1995)
“Os invito de nuevo a ofreceros desde la mañana para que el mundo sepa que Me pertenecéis” (23.10.2000)
O Madre querida, ¿qué gran misterio esconde Tu Inmaculado Corazón? ¿Qué inmenso amor puede dar a sus hijos? Muéstranos Tu “secreto” María, déjanos saborear la dulzura infinita de Tu amor de madre que encierra en sí el Amor del Padre. Tú que eres mediadora de todas las gracias, Tú que eres Corredentora de la humanidad, ¡eres nuestra madre! ¿A quién iremos cuando nuestro cuerpo cansado busque descanso?
¿Cuándo nuestra miseria nos hará tocar fondo? ¿A quién iremos si no fueras tú? Acepta la consagración de nuestro corazón que queremos ofrecerte diariamente para renovar nuestro acto de abandono a Ti. Muéstranos el camino a seguir para llegar a Jesús y no dejes nuestra mano hasta que estemos seguros en Tus brazos. Amén.
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 4: EL PRECIOSO REGALO DEL ÓLEO BENDITO
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“Tal Óleo que Yo, Reina de la Paz Universal, he derramado, ha sido un luminoso don de Mi Hijo para que se revalorice este precioso elemento en la vida de los Sacramentales. Óleo: bálsamo y unción y su significado es calmar y reparar…” (noche 23-24.5.1995)
“Os he anunciado que Mi Aceite se difundiría por todas partes, pero hoy os digo que Mi pueblo será consolado por la Confirmación que de él vendrá” (23.10.2005)
Madre santa, qué inmenso don nos ha hecho el Señor dándote a nosotros como Fuente de Óleo Santo de la Perenne Unción, fuente inagotable de gracias y bendiciones.
Permítenos, oh Madre, experimentar, a través de la unción, la ternura de tu Corazón, la dulzura de tu beso, la infinidad de tu amor.
“Tócanos”, “ámanos” y “sánanos en el corazón” como solo tú sabes hacer, “a tu manera y con tu amor”.
Tu Óleo bendito, fuente de luz y de esperanza, llega a las capas más profundas de nuestro corazón para sanarnos y sanarnos en el cuerpo y en el espíritu.
Alcanza, a través de nuestras pobres manos, a todos tus hijos lejanos y haz que podamos alabarte y bendecirte hoy y siempre… Amén.
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 5: MEDITEMOS SOBRE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA EUCARISTÍA
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“Deteneos ante la imagen de mi Madre y vuestra Madre y esperad rezando. Yo, Cristo, os digo: dejad que Ella os comunique y seréis raptados. ¡Pues fijaos en Su Corazón en el que vive Mi y, oh, cuánto deseo que viva también el vuestro en Él, tan grande!
Mírenla atentamente, ya que no es solo humano pintado: en él está vivo el Tesoro de los tesoros, la Flor de las flores, la Reina de las reinas. ¡Buscad y contemplad Su noble rostro, en el que la mirada es todo para vosotros! Guardad celosamente este don del Cielo”. (15.10.95)
Deteniéndonos ante tu imagen o María, Madre de Dios y madre nuestra dulcísima, somos arrebatados por tu amorosa mirada. Nuestros corazones en él se pierden y son atraídos cada vez más por tu corazón inmaculado que nos muestra a tu Hijo Jesús presente y operante en la SS. Eucaristía!
Haznos enamorar cada vez más de él, Virgen santísima, para que solo en ti y en tu Jesús puedan vivir nuestras almas y nada más nos aleje de vosotros. Todos somos tuyos o María y a ti queremos pertenecer. Amén.
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 6: MEDITEMOS SOBRE EL TÍTULO DE MARÍA CORREDENTORA
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“¡Soy vuestra Madre Corredentora, Corazón del descanso de Jesús, la Virgen de la Eucaristía, y hoy os invito a dirigir a Dios Padre, por medio del Corazón Amorosísimo y dulcísimo de Su Hijo, oraciones y penitencias por vuestra nación!” (23.6.99)
“Únete a Mi oración e implora a la Corredentora del género humano que dé gracias y beneficios en los corazones de aquellos hijos que han llamado a tu puerta” (03.03.99)
Oh Virgen de la Eucaristía, con el título de “Corredentora” te has presentado a nosotros porque quieres escuchar nuestras súplicas y nuestras peticiones dejando que toda gracia, que nos ha dado Jesús, goce de tu intercesión. Eres el corazón del descanso de tu Hijo, pero también el descanso de nuestro corazón, eres la fuente de la paz y de nuestra alegría. Permítenos, oh madre, darte las gracias con la ofrenda de nosotros mismos para que vuestros Santísimos Corazones puedan encontrar descanso en nosotros. Amén.
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 7: MEDITEMOS SOBRE EL PRECIOSO REGALO DE LAS LÁGRIMAS
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“Mi devoción a las Lágrimas salvará al mundo. ¡Ellas constituyen la última esperanza! ¡Es la devoción la que salvará a Italia de la gran decadencia espiritual! Hoy en el mundo ya no se da importancia a la Eucaristía y al culto de ella, pero Yo os digo: la Eucaristía y Mis Lágrimas salvarán al mundo de una gran catástrofe…” (noche 5-6 de junio de 1997)
“Deseo que las lágrimas derramadas por esta humanidad apóstata, sean meditadas, oradas y secadas con la sola ofrenda y oración” (5.8.94)
O Virgen Santísima, tú que has venido a la tierra de Manduria como Virgen de la Eucaristía nos has mostrado tu dolor que ha regado de lágrimas tu dulce rostro. Lágrimas de sangre y óleo como signo de vida y de pertenencia a Jesús por medio tuyo.
Te damos gracias, pues, porque a través de ellas nos indicas la devoción a tus lágrimas, fuerte y poderosa oración que encierra en sí una promesa: salvar a nuestra pobre Italia y al mundo entero de una gran catástrofe espiritual.
Más que nunca está claro en nuestros días que el enemigo está luchando para arrojar almas a la desesperación, pero nosotros, junto a ti, nos unimos a tu amado rosario en recuerdo de tus lágrimas para que podamos ganar esta batalla.
Por lo tanto, hoy queremos meditar, orar y secar tus lágrimas para que se cumpla tu promesa. ¡Acepta, oh Madre, nuestros sufrimientos y únete a los tuyos para que pronto podamos disfrutar de tu triunfo!
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 8: MEDITEMOS SOBRE LA IMPORTANCIA DE LOS HOGARES EN CADA FAMILIA
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“Se os ha dado un anuncio que es para las familias, porque haciendo reinar en ellas la “Virgen de la Eucaristía” ellas experimentarán la armonía y la paz.” (23.3.2001)
“Os doy las gracias con Mi bendición, porque, siguiendo Mi designio, se cumplirá el Ejército de conversión y reparación con una consecuencia de la multiplicación de Hogares orantes y ardientes, por medio de los cuales Mi antiguo adversario será impotente.” (8.12.99)
Virgen de la Eucaristía mira con maternal bondad a nuestras familias que anhelan seguirte en tu mensaje de Reparación Eucarística. Sé tú la Reina de nuestros hogares que amas dirigir para llevarnos a Jesús. Tú sabes cuántas dificultades debemos superar porque nos hacemos disponibles, con corazón sincero, para vivir tus mensajes. Visita, oh Reina de la paz, a todas las familias afectadas por la división, la violencia, el rencor, el orgullo y haz que redescubran a Cristo como Esposo entre los esposos.
Custodia y protege de las insidias del demonio todos los hogares de oración dedicados a ti junto con san José y santa Juana de Arco que tú has puesto como protectora. Te damos gracias porque despiertas en nosotros el ardiente deseo de mantener vivos estos “fuegos de amor” que has encendido en el mundo y hace que divaguen cada vez más hasta fundirse con el inmenso Amor de Dios porque podemos ser “un solo corazón y una sola alma”. Amén.
Pater, Ave, Gloria
Rezar el Rosario de las Lágrimas
DÍA 9: OREMOS POR LOS CONSAGRADOS
Oración inicial:
¡Ven, dulce Espíritu que santifica
y nuestros corazones purifica!
Envía con Tu Fuego en el mundo a María,
la Fuente del Óleo Santo:
¡que todos los pueblos
sean envueltos en su manto!
O Sierva de Dios,
Bendita y Benigna Mujer Inmaculada,
entre las tormentas, pacificadora,
en la quietud eterna oración.
María Santísima, Mujer del Eterno Pan,
¡haznos levitar en el Amor!
O Mujer y Madre de la piedad
despierta en nosotros lo espíritu de humildad.
Oh gracia, oh gozo, oh gloria del pueblo de Israel,
Mujer valiente y pura
en ti abandono eterno.
Madre del Verbo de Dios, dulce canto,
aurora de nuestros días de pleno atardecer.
Ave María, llena de Gracia,
Salve, Reina, Madre del Amor!
- Virgen de la Eucaristía
- Intercede por nosotros y por el mundo entero
“Os invito a llevar Mi llamada maternal a las almas dispersas y de modo particular a los sacerdotes que miro con gran predilección” (23.3.99)
“Perdonad y rezad por Mis hijos sacerdotes. Estad junto a ellos como Yo estoy a vuestro lado” (23.11.99)
“¡Ayunad por los sacerdotes, pero no deseo que los juzguéis!” (23.10.01)
Oh Virgen de la Eucaristía, Madre de tus hijos consagrados, extiende tu manto materno sobre todos los sacerdotes del mundo. Renueva y conforta el corazón de los que celos de tu seguimiento para reparar el Corazón Eucarístico de tu divino Hijo y coloca tu dulce mano sobre el corazón de cuantos han caído en el secularismo imperante para que puedan encontrar el calor del primer latido por Jesús. Tú, que eres la Esposa del Espíritu Santo, haz que podamos respirar pronto una nueva primavera en la Iglesia de Cristo. Amén.
Pater, Ave, Gloria