
Este pequeño espacio nace de la necesidad de rendir homenaje a nuestra Madre Celestial que en Manduria aparece bajo los títulos de Virgen de la Eucaristía, Fuente de Óleo Santo de la Perenne Unción, Madre del Olivo Bendito Jesús. Navegando por la red a menudo uno se topa con comentarios y juicios gratuitos acerca de esta Aparición y sobre la persona de la humilde confidente del Cielo: Debora Marasco. Sentimos pues la necesidad interior de externar cuánto, los acontecimientos de Manduria, han producido en nuestras almas y acoger los testimonios de cuantos querrán expresar gratitud a la Virgen Santísima por las gracias recibidas. Hemos acogido con amor las palabras de la Virgen que varias veces, en Sus Mensajes, ha repetido:
«Hijos, ¿serán mis testigos de la gracia con la que han sido colmados?»
Diversas almas, consagradas y no, desde hace varios años continúan dando su contribución a través del apostolado y la institución de grupos de oración en Italia y en el extranjero, bajo el nombre y la protección de la Virgen de la Eucaristía. La nuestra quiere ser, pues, una amorosa adhesión a Su Mensaje de Reparación Eucarística, un testimonio de todo lo que Ella ha cumplido y cumple en nuestros corazones con Su materno Amor. Y es por esto que queremos, en nuestra pequeñez, donarnos nuevamente a Aquella que siempre nos socorre y ofrecer cotidianamente nuestras oraciones y nuestros sacrificios por la salvación de las almas. Que este pequeño espacio sea de ayuda a aquellas almas en busca de Dios. Nosotros ofrecemos nuestro tiempo y nuestras manos… ¡el resto lo cumple Ella!
«Todo lugar puede convertirse en oasis de Mi Corazón desde el cual Yo puedo salvar almas y mantenerlas lejos del error» (23.7.1999)